recibes en tu entrada (digo entrada porque aquí los buzones no se estilan, el cartero tira las cartas por la ranura de la puerta principal y que cada cual mire por lo suyo) una cartulina blanca con tu nombre, dirección y dónde ir. en blanco y negro y sin sello ni nada, de forma que si no tienes suficiente con robar todas las cartulinas de tus vecinos siempre te puedes poner un rato con el word e imprimir mil iguales en tu casa.
al llegar al sitio en cuestión entregas la cartulina y a cambio te dan una papeleta en la que marcar a tus candidatos favoritos. es obligatorio hacerlo dentro de una cabina, que la privacidad es sagrada, pero durante la cola puedes aprovechar un descuido para coger más papeletas de las que hay abandonadas en la mesa del fondo. una vez doblada, la metes en una urna, ante la mirada, perdida o no, de un señor que se pasea por delante de unas cinco urnas distintas. en ningún momento se te pide identificación alguna.
al principio pensé que es porque los daneses tienen imposibilidad psicológica para hacer trampas, pero parece ser que no. me contaron que en unas elecciones en groenlandia aprovecharon el momento en que todo el mundo corrió a cazar a la ballena que se acercó a la costa para meter papeletas de más. así que lo que pasa es solamente que necesitan excusas de más de dos toneladas.
___b.s.o.: la ballena azul de vainica doble.
| | # | 15.11.05