ellas me han acompañado desde que cumplí dieciocho años. las he llevado por media unión europea, han visto decenas de conciertos, museos, películas y pizarras (libros no, que sólo soy miope y para leer me las quito) y me han servido siempre para apelar a mi intelectualoidismo. hasta ahora las había tratado siempre con cariño, pero el lunes, entre las prisas y los calores, cometimos un error fatal: las dejamos olvidadas dentro de la tienda de campaña. doblamos la tienda apretando con todas nuestra fuerzas para que cupiera en su bolsa (el porqué hacen las bolsas tan pequeñas es un misterio que trataré en otro post). y mis gafas hicieron un aparatoso viaje afuerasdeceuta-centrodesevilla (diez horas) comprimidas entre lonas, cremalleras y -danger!- piquetas. sorprendentemente han salido vivas de tal aventura. sólo esa leve muesca que podeis observar en el cristal derecho. mis gafas son grandes y fuertes. en compensación, prometo comprarles una funda bonita.
b.s.o.: looking at the world thru rose colored glasses de frank sinatra.
| | # | 16.8.04