tenía la cartera llena de billetes y monedas pero quería deshacerme de un billete de cincuenta, así que le dije al revisor que sólo tenía eso para pagarle. me insistió y yo pensé que el muy gandul pasaba de sacarse el cambio del bolsillo de detrás o ir a buscarlo a la cabina y, como ir a tomarse una cerveza con un billete de cincuenta sí que es un engorro, me hice la sueca. era verdad que no tenía cambio y el pobre hombre se pasó todo el viaje corriendo de un lado a otro del tren, volviendo a cada rato con una sonrisa triunfante y un nuevo billete de cinco o diez euros para entregarme.
desde que renfe potencia la compra de billetes de cercanías en la estación los revisores a.k.a. interventores están perdiendo dignidad a raudales.___
b.s.o.: pachorra de sibyl vane.
| | # | 10.8.04